domingo, 19 de enero de 2014

Escapada universitaria: Princeton


Las escapadas son necesarias. Ayudan a desintoxicarte (o a intoxicarte más, depende de dónde vayas y con quién vayas) y no siempre tiene que ser sinónimo de grandes gastos.
 
Muchas veces, cuando pensamos en escapar de Nueva York pensamos en coger un avión y buscar descanso en  la playa, pero, desgraciadamente, no todos nos lo podemos permitir. Para aquellos que como yo, tienen tiempo y dinero limitado, os propongo una visita a Princeton.

En una hora y media y por solo $22 (ida y vuelta), te plantas allí en un autobús que sale desde el Port Authority. Como todos los sistemas de transporte de viajeros de este país, el autobús deja mucho que desear: antiguo, incómodo y con bastantes paradas, pero para una hora y media es perfectamente soportable.

En este reducido pueblo todo gira, obviamente, en torno a la Universidad de Princeton. En ella condujo sus investigaciones, entre otros, Albert Einstein. Te recomiendo que la visites. Hay tours durante todo el año, así que si el inglés no es problema, apúntate a uno. Los propios alumnos son los guías y, principalmente, lo enseñan a futuros estudiantes; de hecho, si vas en verano, se precavido y reserva antes de ir porque es cuando se produce el pico de visitas.

Una vez completada la visita al principal emblema de la ciudad, tienes luz verde para perderte por las cuidadas tiendas de Palmer Square. Pese a que se respira bienestar económico en el ambiente, no todas son caras. Aprovecha para buscar un regalo o un detalle curioso, porque todas tienen una selección de productos muy singular.

Si te gustan los helados te recomiendo que no dejes pasar la oportunidad de comerte uno artesano en Halo Fete.

Para mi es suficiente con ir por la mañana (por ejemplo a las 10) y volver por la tarde. Pero si decides quedarte a dormir, te recomiendo que reserves en los lugares que propone la universidad a través de su página web. Te ahorrarás un dinerillo.

¿Te escapas?

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