El imaginario del Rey León

Aprovechando la oferta que os anunciaba en twitter (@enieyork) del 2x1 en la semana de Broadway, ayer tuve oportunidad de disfrutar del musical ‘The Lion King’ (El Rey León).

El espectáculo es el reflejo perfecto del imaginario de 

un genio: colorista, esplendoroso, lleno de fantasía y épico. Un dulce delirio que consigue embriagar al público durante dos horas. Si puedes permitírtelo: hazlo.

Y digo esto porque no siempre es fácil poder gastarse el dinero que piden por la entrada. El 19 de octubre de 1997, día de su estreno, la entrada más cara costaba 75 dólares; en ese año el público pagaba una media de 50 dólares por asistir a la función. Hoy la butaca más cara cuesta  197USD y pagamos una media de 185 por entrada. Ahí es nada.

Para que no todo sea rendir pleitesías, he de decir que el sonido no estuvo perfectamente equilibrado hasta bien entrado el primer acto. En un principio, pensé que sería por la posición de nuestras butacas (el cielo del recielo) pero creo que hubo algún problema más, porque la voz de algunos actores se rompía al pasar el micro. 

Hablando de voz, hay quien piensa que a Simba mayor le faltó gancho en su canción estrella. Puede ser, pero quizá este musical no sea para escuchar las voces más brillantes de Broadway, sino para dejarte invadir por su ingenio.