Hay algo en mí que me dice que se puede vivir
sin ellos, pero... yo no lo he conseguido. Yo tuve que recurrir a ‘broker’ (así se
llaman) para encontrar el piso desde el cual escribo todos estos post. De hecho
creo que solo se puede prescindir de ellos si lo que buscas en una habitación y
no un apartamento.
Si habéis navegado un poco por las páginas que os dejaba en el post anterior, habréis observado que ‘con’ o ‘sin’ agente/broker
es un criterio de búsqueda. La tendencia es intentar prescindir de ellos porque
cobran una tarifa, pero conviene que no nos obcequemos porque puede ser
contraproducente.
Si hay más demanda que oferta, la probabilidad
matemática de que encuentres algo que te guste sin contar con un agente es mínima.
A diferencia del mercado español, en el que el arrendador (el que pone su piso
en alquiler) paga al agente inmobiliario para que se lo alquile, aquí es el
arrendatario (es decir, el que alquila
el piso) el que tiene que pagar a el agente para que se lo encuentre.
Los agentes se encargan de fichar las propiedades
más cotizadas. Son ellos los que seducen a los dueños del edificio, para que les
dejen alquilar en su nombre el piso que tengan disponible. Se ganan así su
trozo del pastel que, dependiendo del caso, va del 7 al 17% del total que
suponga el alquiler anual. Esto es, si el alquiler mensual son 1.000 USD, además
del primer mes y la fianza, tendrás que pagar 1.800 USD al “broker”, suponiendo
que su tarifa sea el 15% del total. Como casi todo en NY, esta tarifa se puede negociar.
Hay agentes que son mucho más accesibles para
la gente, que como yo, no comprendemos los números muy bien y sus tarifas son
sencillamente uno o dos meses adicionales de alquiler. Siguiendo el ejemplo
anterior: mes+fianza+tarifa (un mes de alquiler)= 3.000 USD.
A la hora de elegir en que agente confiar, no
te puedo ayudar, pero Yelp te puede servir para intentar encontrar algunas
opiniones sobre la persona que te está asesorando.
Recuerda una cosa: tu instinto nunca te engaña.
Si crees que tu agente te está intentado encasquetar un piso que tú no quieres
o no puedes pagar, huye. Huye también si te hablan de contratos en exclusiva;
uno no puede tener tantos agentes como considere oportuno. Eso sí, se legal, si
alguno te enseña un piso que otro ya te ha enseñado, házselo saber, porque si
no puedes enfrentarlos innecesariamente y además perder tu tiempo dos veces.
Si al final decides intentarlo por tu cuenta
huye de los anuncios especialmente baratos o con fotos de revista. Siempre te
devuelven un mensaje pidiéndote que por favor les envíes todos tus datos acompañados
de dinero para proceder con la reserva. Encontrarás en tu búsqueda algunos que
te harán dudar, porque tienen páginas web muy elaboradas pero con precios que
no son los del mercado. Sigue mi consejo: mejor perder una ganga que no todo el
dinero que tenías reservado para empezar tu vida en NY. Por cierto, los que
responden con una carta larguísima diciendo que son una familia cristiana que están
de misión y que buscan a alguien que les cuide su casa, también son un timo.
Avisados quedáis.
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